Hay hispanos que tienen esperanza de hacerse ciudadanos de los Estados
Unidos por múltiples razones, una buena seguridad en el país es una, beneficios
federales otra, y mucha comodidad para manejarse en el país otra más- pero
entre estas hay una razón fundamental, el derecho al voto. Los hispanos que
votaron en la elección de medio término pasada fue un número sin precedentes.
Recuerdo la emoción que sintió un señor que acaba de votar por Marco Rubio y
que era la primera vez que votaba. Me dijo: ¡por fin tendremos un representante
hispano que si hará algo por Cuba! El derecho a la democracia es uno de los
derechos fundamentales que caracterizan este país.
El centro de estudios Hispanos Pew acaba de revelar que un record de 6.6
millones de hispanos votaron en el 2010, otra clara señal de que es la minoría
que crece más rápido y que serán una fuerza determinante en las próximas
elecciones del 2012. El senador Bill Nelson por la Florida asegura que el
presidente Barack Obama ganará la Florida en dichas elecciones y La Florida
está llena de hispanos. Casualmente y en perfecto momento pre-electoral, precisamente en la Florida, se preparan
nuestros legisladores en mayoría republicana para pasar una nueva ley que se
dice silencia a los votantes, los limita, los discrimina y les complica su
situación para votar.
Es un proyecto de ley camuflado bajo una nueva organización y parámetros
que traen a la mesa más burocracia, más trámites, más regulaciones y por ende menos
votantes que ejerzan el derecho. La
representante demócrata Cinthia Sttaford lo explica de esta manera: “ Cuando
leo esta ley pienso en mi abuela de 86 años que no pudo votar hasta el año 1965
por el color de su piel, y cuando llegó ese momento encontró barreras que
incluían exámenes, encuestas, estatus social entre muchas otras para ser
catalogado como apto para votar.”
Hoy en día podríamos decir que hay 1355 barreras que limitan al votante
de la Florida si esta ley entra en efecto. Los proyectos de 1355 en la cámara y
2086 en el Senado de la Florida, entre otros temas, imponen restricciones en
los grupos de votantes registrados, acortan la validez de las firmas de los
votantes de cuatro años a dos y requieren que los votantes tengan balotas
provisionales si se mudan a otro condado, en resumen, se le hace sumamente
difícil a un votante poder votar si se muda. El periodo de votación anticipada
también será recortado, esto afectará a los estudiantes, y a las familias de
escasos recursos, o a muchos hispanos que suelen mudarse de casa o condado
frecuentemente por su constante búsqueda de estabilidad en el país. Además la
nueva ley hace mucho más difícil el conteo de votos. De por sí la Florida siempre
ha sido comidilla de los fraudes electorales.
Vale la pena recalcar que en el año 2008 casi que
115,000 floridanos cambiaron su dirección al votar, pero igual pudieron votar.
Ese mismo año en la elección presidencial del 2008 tanto los afroamericanos como
los hispanos de la Florida votaron por Barack Obama. El potencial de que decenas de miles de
votantes con la nueva ley no puedan votar en la próxima elección es
completamente real. No en vano se dice que si este proyecto de ley pasa se
incrementan los beneficios de los intereses especiales en Tallahassee. Los esfuerzos bipartidistas últimamente han
quedado en temas del pasado, también en la Florida.
¿Será que algunos legisladores (no digo el partido) quieren
que menos minorías voten o peor todavía muchos jóvenes no voten durante las
elecciones?
Twitter@ sabinacovo